Infecciones
El sistema nervioso central puede ser blanco de infecciones, provenientes de cuatro vías de entrada principales, la diseminación por la
sangre que es la vía más frecuente, la implantación directa del germen por traumatismos o causas iatrogénicas, la extensión local secundaria a una infección local y el propio
sistema nervioso periférico, como ocurre en la
rabia.
Cerebritis
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Cerebritis
Es una inflamación focal del cerebro causado por procesos secundarios a una
meningitis, por extensión local de lesiones en el
oído medio o
senos mastoides, por vía
hematógena asociada a una
endocarditis bacteriana,
cardiopatías cianóticas congénitas y
bronquiectasia pulmonar o por traumatismo con lesión abierta del SNC. La cerebritis se muestra como zonas de tumefacción mal delimitadas, congestión y aspecto blando con posible
necrosis. Los
abscesos cerebrales muestran una cavidad redondeada de 1-2 cm, llena de
pus y limitada por la
gliosis.
Encefalitis y mielitis
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Encefalitis
Son procesos inflamatorios difusos agudos que producen muerte neuronal y tumefacción encefálica con acumulación perivascular de
células linfoides y
gliosis astrocítica. En la encefalitis viral existe un
trofismo notable de algunos
virus por ciertas
células específicas en las que la posibilidad de latencia de algunos virus es importante en el sistema nerivioso central. Microscópicamente se notan inflitrados perivasculares y
parenquimatosos de células mononucleares como los
linfocitos o células de la
microglía.
Las infecciones
micóticas producen
vasculitis—como en el caso de la
candida,
mucorales y
Aspergillus—
meningitis crónica e invasión del parenquima, como el
Cryptococcus neoformans—frecuentemente asociada al
SIDA con carácter especialmente fuliminante.
Meningitis
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Meningitis
Inflamación o infección de las
meninges, bien sea leptomeningitis que es centrada en el espacio subaracnoideo, o paquimeningitis que es centrada en la
duramadre. La meningitis infecciosa puede ser causada por
bacterias en la meningitis piógena, puede ser aséptica en la meningitis viral y crónica.
La meningitis
piógena es causada por bacterias que varían de acuerdo a la edad del individuo:
Recién nacidos:
Escherichia coli,
estreptococos y
Listeria monocytogenes.
Lactantes y niños:
Haemophylus influenzae y
Neisseria meningitidis.
Adolescentes y adultos jóvenes: N. meningitidis y el
neumococo.
Ancianos: el neumococo y L. monocytogenes.
Véase también:
Neurosífiilis
Enfermedades desmielinizantes
Son un grupo de enfermedades cuya principal manifestación es una lesión de la
mielina del SNC con una relativa preservación de los
axones neuronales.
Esclerosis múltiple: trastorno caracterizado por episodios discretos de déficit neurológico recurrentes con
desmielinización por mecanismos
autoinmunes o
inmunológicos. Aparece a cualquier edad, aunque es raro en la infancia o después de los 50 años, afectando a mujeres en una proporción 2.1 en relación a los hombres. La lesión se observa en el
encéfalo y la
médula espinal con un mayor riesgo—hasta 15 veces más elevado—si hay antecedentes familiares. Esta posible susceptibilidad
genética parece favorecer una respuesta inmunológica inadecuada frente a infecciones virales. Las lesiones se caracterizan por infiltrados de
células B,
células T y
macrófagos. Las regiones de desmielinización por lo general se encuentran en los ángulos de los
ventrículos laterales, en los
pedúnculos y el
tronco del encéfalo, causando debilidad de los miembros, visión borrosa o pérdida de la visión unilateral, incoordinación y sensibilidad anormal.
Enfermedad de Alzheimer: es la más frecuente de las
enfermedades neurodegenerativas y la primera causa de
demencia, de aparición esporádica, aunque entre un 5-10% son de carácter familiar y la
incidencia aumenta con la edad, haciéndose mayor en personas de más de 85 años de edad. Se caracteriza por una falta de
memoria progresiva por degeneración de la
corteza, de asociación
temporal y
parietal causando también trastornos afectivos. El cerebro luce más pequeño y de menor peso con
atrofia de las
circunvoluciones y agrandamiento de los surcos en los
hemisferios cerebrales y de los ventrículos compensando la pérdida encefálica. Bajo el
microscopio se aprecia
angiopatía amiloide cerebral, es decir depósitos en las
arterias cerebrales de
material amiloide, así como placas seniles que son colecciones focales esféricas de extensiones neuríticas dilatadas y tortuosas y
nódulos u ovillos neurofibrilares con forma de llama que son haces de filamentos situados en el
citoplasma de las neuronas que desplazan o rodean al
núcleo celular.
Parkinsonismo: pertenecen al grupo de enfermedades neurovegetativas que afectan a los
ganglios basales produciendo un trastorno del movimiento, apreciándose rigidez y lentitud en los movimientos voluntarios (
bradicinesia) y temblor de reposo. La gravedad de la enfermedad depende de la pérdida de las células nerviosas de la
sustancia negra mesencefálica que contienen
neuromelanina. Se aprecia una hipopigmentación de la sustancia negra y del
locus ceruleus con células
dopaminérgicas que contienen melanina. Las células supervivientes de la sustancia negra contienen inclusiones intracitoplasmáticas llamadas
cuerpos de Lewy.
Enfermedad de Huntington: un trastorno de movimientos de tipo
coreiforme y demencia en pacientes entre 20-50 años con un factor genético de herencia
autosómico dominante por un
gen causante localizado en el brazo corto del
cromosoma 4. Se atrofia el
núcleo caudado y el
putamen secundario a la pérdida celular y
gliosis.
Tumores del sistema nervioso central
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Tumor cerebral
En general, la frecuencia de
tumores intracraneales está ente 10 y 17 por cada 100,000 habitantes y aproximadamente 2 por cada 100,000 para tumores intramedulares. Aproximadamente la mitad son tumores primarios y el resto son
metastásicos, afectando principalmente a personas jóvenes, representando cerca del 10% de las muertes de personas entre 15 y 35 años de edad. Los tumores del SNC derivan de diversos tejidos, como los neuroepiteliales—
astrocitos,
oligodendrocitos,
epéndimo,
neuronas y células embrionaria—meníngeos y otros como los
linfomas,
quistes y tumores de la
hipófisis.
Tumores neuroepiteliales
Son un grupo de tumores encefálicos primarios llamados
gliomas. Derivan de los astrocitos, oligodendrocitos, epéndimo, plexos coroideos, neuronas y células embrionarias y por lo general, infiltran difusamente el encéfalo adyacente, haciendo difícil su resección quirúrgica.
Astrocitoma: constituyen un 80% de los tumores cerebrales primarios del adulto, en especial en la edad media avanzada. Cursa con convulsiones, cefalea y cierto déficit neurológico focal. Se tratan, de ser posible, con resección quirúrgica, quimioterapia y radioterapia con una supervivencia media menor de 1 año. Se divide en cuatro grados:
Grado I: Astrocitoma de bajo grado
Grado II: Astrocitoma propiamente dicho
Grado III: Astrocitoma anplásico
Grado IV: Glioblastoma multiforme, el más frecuente con una incidencia máxima a los 65 años aproximadamente y crece principlamente en los hemisferios cerebrales. Es el tumor más agesivo clínicamente entre los astrocitomas.
Astrocitoma pilocítico: aparece generalmente en el
cerebelo y en la edad de la infancia con un buen pronóstico después de su extirpación. Tienden a ser lesiones quísticas, bien limitadas de células bipolares con extensiones largas y finas en forma de cabellos.
Oligodendroglioma: constituyen 5-15% de los gliomas, frecuentes en la edad media que afectan los hemisferios cerebrales, en especial la
sustancia blanca con un buen pronóstico. Tienden a ser masas grices, bien delimitadas conformadas por células de núcleo redondeado y citoplasma vacuolado o teñido de rosa. En un 90% de los casos presentan calcificaciones con una delicada red de capilares anastomosados. Producen crisis convulsivas.
Ependimoma, tumor de las dos primeras décadas de la vida, constituye un 5-10% de los tumores cerebrales primarios en este grupo etario. Habitualmente se localizan en el sistema ventricular, especialmente el IV ventrículo y en la médula espinal. Pueden producir
hidrocefalia por obstrucción del IV ventrículo con mal pronóstico aunque el crecimiento tumoral es lento con frecuente disminación por el
líquido cefalorraquídeo (LCR). Tienden a ser masas sólidas o papilares difíciles de extirpar por la cercanía al bulbo raquídeo y la protuberancia. Histológicamente forman túbulos conocidos como rosetas ependimarias que constituyen un signo patognomónico.
Neuroblastoma: tumor muy raro y agresivo formadora de rosetas de Homer-Wright, una variedad histológica clásica de estos tumores.
Meduloblastoma: son tumores embrionarios, que constituyen un 20% de los tumores encefálicos localizado en la línea media del cerebelo y en el adulto son de localización lateral con diseminación por el LCR. Son tumores altamente maligno de mal pronóstico si no recibe tratamiento oportuno. Tienden a ser radiosensible y, con extirpación logran una supervivencia a 5 año cercano al 75%. Son tumores que forman lesiones bien limitada de color gricacea y friable, altamente celular con láminas de células anaplásicas y núcleos redondeados o con forma de bastón y abundantes
mitosis.
Tumores no-neuroepiteliales
Linfoma cerebral primario: En aumento por asociación con SIDA. La mayoría de las lesiones son células B, las de células T son excepcionales. Son lesiones agresivas con mala respuesta a
quimioterapia. Son tumores multifocales y mal deliminitada situados generalmente en la
sustancia gris profunda, sustancia blanca y corteza, con ocasional diseminación periventricular. Mejor delimitados que los astrocitomas, presenta de
necrosis central. Incluyen el linfoma de células grandes anaplásicos, células pequeñas no hendidas y sarcoma inmunoblástica.
Tumor de células germinales: aparecen a lo largo de la línea media, región pineal y supracelar. Alta incidencia en aciáticos. Mayormente en adolescentes y adultos jóvenes, predominio en varones. El germinoma del SNC es el equivalente al
seminoma. Diseminación a través del LCR. Tratamiento con quimioterapia y radioterapia.
Meningiomas: predominantemente benignos, derivan del células meningoteliales de la
aracnoidea, con predominio en mujeres con relación 3:2. La localización más frecuente en convexidades cerebrales,
duramadre que recubre la convexidad lateral, ala del
esfenoide,
surco olfatorio,
silla turca y
foramen magnum. En la médula espinal la relación es de 10:1 con predominio en mujeres. Son tumores de crecimiento lento con signos de
hipertensión endocraneana. Estos tumores expresan a menudo receptores para la
progesterona, por lo que durante el
embarazo tienden a crecer con rapidez. Tienen un factor genético por deleción del brazo largo del
cromosoma 22. Son masas redondeadas con base en la duramadre y de consistencia elástica que pueden infiltrar el hueso con engrsamiento óseo localizado. Los meningiomas malignos son muy infrecuentes y pueden ser difíciles de identificar.
Schwannoma, como lo indica su nombre, derivan de las
células de Schwann, apareciendo como lesiones encapsuladas, bien delimitadas formadas por células alargadas con extensiones citoplasmáticas en fascículos con moderada a alta celularidad con escasa matriz de estroma. Ocasionalmente pueden ser más densos formando microquistes.
Neurofibromas, aparecen de forma esporádica, pueden ser solitarios o múltiples formando lesiones cutáneas en forma de nódulos, a veces hiperpigmentadas.
Tumor maligno de la vaina de los nervios periféricos, por lo general surgen de una transformación de un neurofibroma llamado plexiforme, suelen ser sarcomas altamente malignos que recidivan y metastatizan. Se tratan con extirpación quirúrgica y radioterapia. A mayor tamaño de la lesión, peor tiende a ser el pronóstico.
El tratamiento específico de la encefalitis será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzada está la condición.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
Su opinión o preferencia.
La clave para curar la encefalitis consiste en detectarla y tratarla a tiempo. Una persona que tiene encefalitis requiere hospitalización inmediata y vigilancia estrecha.
El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación en la cabeza y prevenir otras complicaciones. Se pueden utilizar medicamentos para controlar la infección, las convulsiones, la fiebre u otras condiciones.
El alcance del problema depende de la gravedad de la encefalitis y de la presencia de problemas en otros sistemas de órganos que podrían afectar a la persona. En casos graves puede ser necesario un respirador para que el paciente respire mejor.
En la recuperación, el paciente puede necesitar fisioterapia, terapia ocupacional o del habla para recuperar la fuerza muscular, la capacidad de hablar o ambas.
Después de la hospitalización, el equipo del cuidado de la salud enseña a los familiares cómo cuidar al paciente en casa y les da una idea general sobre los problemas médicos específicos que requieren atención inmediata por parte del médico del paciente. Una persona que tenga encefalitis requiere evaluaciones médicas frecuentes después de la hospitalización.
MENINGITIS: Tratamiento para la meningitis:
El tratamiento específico para la meningitis será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
la gravedad de la enfermedad
el organismo causante de la infección
la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
las expectativas para la evolución de la enfermedad
su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir:
meningitis bacterianaEl tratamiento para la meningitis bacteriana suele incluir la administración de antibióticos por vía endovenosa (EV). Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores resultados se verán en el niño.El corticoesteroide, o esteroide, como la dexametasona, en general se administra a niños con meningitis bacteriológica. Los antibióticos actúan destruyendo la bacteria en fragmentos - estos fragmentos pueden causar inflamación. El esteroide trabaja disminuyendo la inflamación y reduciendo la presión que puede concentrarse en el cerebro.
meningitis víricaEl tratamiento para la meningitis vírica generalmente consta de cuidados de apoyo, cuya finalidad es aliviar los síntomas. Con la excepción del virus del herpes simplex, no existen medicamentos específicos para combatir a los organismos que causan la meningitis vírica. La mayoría de los niños con meningitis vírica se recuperan sin tratamiento.
meningitis criptocócicaSe puede administrar al niño con meningitis criptocócica un medicamento antifúngico por vía endovenosa.
meningitis tuberculosa (su sigla en en inglés es TB)Se recomienda un tratamiento con medicamentos a largo plazo (un año) para los niños con meningitis TB. La terapia suele incluir un tratamiento con diversos medicamentos durante los primeros meses y luego continúa con otros medicamentos.